sábado, 7 de abril de 2007

Mirando la luna

Suspiré, sólo hice eso cuándo me lo dijo. Creí que , por una vez, ella había decidido hacer algo que , no sólo le vendría muy bien en muchos sentidos, sino que además, representaría claramente que podía hacer frente sola a la vida, que no sólo era poco menos que el vagón de cola en su casa ; creí también que , podría decidirse a salir sola , sin tener que andar como siempre , sólo con él , y sólo cuándo él decidía. Pero no ha ocurrido. Una vez más , ella se ha venido abajo, y ahí se acaba el viaje. Me contó que , al reñirle por algo que él estaba haciendo mal, pese a que como tantas veces, ella le había explicado como hacerlo, él le contestó; y, aunque suele hacerlo pocas veces, el hablarle cuándo ella le recrimina algo, esta vez se explayó : no se refirió al hecho concreto que ella le estaba corrigiendo, eso ella lo hubiera podido argumentar con sencillez , le habría explicado claramente por qué se lo reñía; pero no, él no hizo eso; simplemente, le dijo que ella era una persona sin validez alguna como persona, que siempre había sido así, que no se quería ni se respetaba nada, y eso era desde siempre. Que, si ella pensaba que no era nada eso no era culpa suya; que si ella no se sentía valorada, apreciada, querida incluso, era culpa de ella, él no tenía nada que ver; ella no era nada , así dijo él, y recalcando que no tenía nada que ver , era su problema, siempre lo había sido, añadiendo que , todas esas frustaciones la hacían descargar sobre él. Ella se quedó estupefacta. Quería corregir un error doméstico, según su juicio, y se encuentra que él, no habla sobre ello, sino que le deja bien claro cuál es su idea de ella. Nada sobre el problema original, nada de eso; ella le riñe por ser una persona frustrada, sin autoestima alguna, y que se siente no válida en absoluto. Nada más.
Esa noche, mirando la luna llena brillando sobre algunas pocas nubes, decidió. No se iba, una vez más se rendía, se sentía mal, muy mal y , María , se quedó en casa.

4 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Cuando a una persona se le rebaja tanto, se le anula.
Pero a lo mejor otra noche, una cualquiera, esa luna llena le ayuda a hacer las maletas y le reserva un billete sin vuelta.

Sara dijo...

LA rendición es triste, pero a veces necesaria. Hay veces que luchar no merece la pena y la marea te lleva, no es vida, pero hoy en día casi nada lo es.

Un beso

Landahlauts dijo...

Ante la sensación de que gran parte de tu vida no ha servido para nada, de que no han valorado tu trabajo, ni tu entrega, ni tu amor... yo creo que María debería de partir, iluminada por esa luna, en busca de un nuevo futuro.

Donde la valoren como una persona completa, no como una persona incompleta.

Saludos, desde Andalucía.

luz de gas dijo...

Saludos a todos ; valor, quizá sea una de las cosas que más le hace falta; necesitar, necesita otras más, pero , si tuviera valor, creo que sería un paso importante. Besos a todos.