Con éste nombre, Vicente Medina, escribió una hermosa poesía. En ella, el escritor murciano , muestra muy claramente, ese desánimo, amargura y tristeza, por las que pasa el huertano, el hombre trabajador, que se ha de enfrentar no sólo a los vaivenes del clima , que tantas veces ocasiona destrozos en su cosecha por diferentes motivos; también a la dureza de la vida , al dolor ocasionado por diversos causas (pobreza, guerras) . Está incluida esta poesia en el libro de Medina, "Aires Murcianos" y emplea el habla murciana, más bien, el panocho , que es el habla de la gente de la huerta de Murcia , y, que se engloba en el habla murcia cómo tal. Aunque, sobre ésto, hay diversas opiniones.
Cansera
¿Pa qué quiés que vaya? Pa ver cuatro espigas
arroyás y pegás a la tierra;
pa ver los sarmientos ruines y mustios
y esnúas las cepas,
sin un grano d'uva,
ni tampoco, siquiá ,sombra de ella...
pa ver el barranco,
pa ver la laera,
sin una matuja... ¡Pa ver que se embisten,
de pelás, las peñas!...
Anda tú, si quieres,
que a mí no me quea
ni un soplo d'aliento,
ni una onza de juerza,
ni ganas de verme,
ni de que me mienten, siquiá la cosecha...
Anda tú, si quieres, que yo pué que nunca
pise más la senda,
ni pué que la pase, si no es que entre cuatro,
ya muerto, me llevan...
Anda tú, si quieres...
No he d'ir, por mi gusto, si en crus me lo ruegas,
por esa sendica por ande se jueron,
pa no golver nunca, tantas cosas güenas...
esperanzas, quereres, suores...
¡To se jué por ella!
Por esa sendica se marchó aquel hijo
que murió en la guerra...
Por esa sendica se jué la alegría...
¡Por esa sendica vinieron las penas!...
No te canses, que no me remuevo;
anda tú, si quieres, y éjame que duerma,
¡A ver si es pa siempre!... ¡Si no me espertara!...
¡Tengo una cansera!...
arroyás y pegás a la tierra;
pa ver los sarmientos ruines y mustios
y esnúas las cepas,
sin un grano d'uva,
ni tampoco, siquiá ,sombra de ella...
pa ver el barranco,
pa ver la laera,
sin una matuja... ¡Pa ver que se embisten,
de pelás, las peñas!...
Anda tú, si quieres,
que a mí no me quea
ni un soplo d'aliento,
ni una onza de juerza,
ni ganas de verme,
ni de que me mienten, siquiá la cosecha...
Anda tú, si quieres, que yo pué que nunca
pise más la senda,
ni pué que la pase, si no es que entre cuatro,
ya muerto, me llevan...
Anda tú, si quieres...
No he d'ir, por mi gusto, si en crus me lo ruegas,
por esa sendica por ande se jueron,
pa no golver nunca, tantas cosas güenas...
esperanzas, quereres, suores...
¡To se jué por ella!
Por esa sendica se marchó aquel hijo
que murió en la guerra...
Por esa sendica se jué la alegría...
¡Por esa sendica vinieron las penas!...
No te canses, que no me remuevo;
anda tú, si quieres, y éjame que duerma,
¡A ver si es pa siempre!... ¡Si no me espertara!...
¡Tengo una cansera!...
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