Llegó el final. Acabaron los paseos por los caminos del monte y del pueblo. Los paseos junto a los maizales, entre los grandes árboles, cerca de caballos y ovejas y, viendo el mar de lejos. Los atardeceres con el sol cayendo entre altas montañas, o a ras de playa.
Acabaron las cenas con amigos a los que hacía meses que no veías. Los lentos paseos por la capital, por entre las calles llenas de gente que disfruta como tú, paseando a unas horas en las que, en nuestro lugar de vida habitual, aún estaríamos dentro de la casa, porque el calor de fuera impide cualquier intento de salida. Y, el acercarse a la bahía a ver todo el movimiento que hay de personas, barcos, gente pescando, mirando, tomando un helado; mirar la bahía, mirar las montañas del otro lado, ver las islas que cierran esa bahía o, abren el paso al mar abierto.
Terminaron las largas comidas familiares, copiosas, cómo es costumbre en el norte, dónde, no hay habitualmente una temperatura que no lo permita sino, todo lo contrario. Terminaron las charlas entre quienes tendrán que esperar unos meses para volverse a encontrar, y, siempre que el trabajo lo permita.
Fin de vacaciones, comienzo de recuerdo de esos dias. Es tan hermoso tener buenos recuerdos. Disfrutando doblemente de los dias de descanso.
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lunes, 13 de agosto de 2007
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4 comentarios:
Creo que no terminaron, que seguirán vivas mientras su recuerdo endulce la sonrisa. Se me antojan unas igual, aunque yo ya vivo en el norte con toda su belleza, soy afortunada hasta en eso.
A lo bueno no le decimos adiós, sólo un "volveré pronto".
Me contagia esa calma en compañía, esa bahía entre montes... privilegios de la naturaleza.
Un cariñoso saludo y "hasta pronto". Gracias por tus comentarios, llegan en el mejor momento. "Nos vemos" besos vaskitos.
Me encanta dónde vives; es una zona que conozco algo, menos de lo que querría pero , alguna ocasión más llegará seguro; ya lo creo que eres afortunada por vivir en el norte, y sí, es un auténtico privilegio ese contacto con la naturaleza. Saludos.
Nos gustan más las vacaciones porque duran poco.
Ahí tenemos el recuerdo, que siempre o casi , suele dejar más patente lo bueno. Saludos.
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